Cuidar los excesos navideños

En Navidad, por unos motivos u otros, solemos descuidar nuestra alimentación y abusar de ciertos alimentos como las carnes rojas, los embutidos y los mariscos, sin olvidarnos de los reyes de la navidad: los turrones y los polvorones.Todos estos ingredientes se utilizan para hacer las más suculentas recetas navideñas, dando como resultado platos muy calóricos que provocan digestiones muy pesadas y que, combinados con el consumo de alcohol de estos días, resultan una bomba para nuestro sistema digestivo.

¿Cómo es el menú navideño de una familia española?

Todas las comidas de Navidad tienen algo en común: la abundancia. Y es que, en tan sólo una comida, se puede llegar a triplicar la ingesta calórica recomendada en una dieta equilibrada.Para hacernos una idea más clara, vamos a analizar algunos platos que se suelen comer en los días de Navidad: escudella i carn d’olla, sopa de galets o de marisco, redondo de ternera, canelones de carne, pollo relleno y, para picar, embutidos y quesos grasos.En todos estos platos existe el mismo denominador común: el exceso de grasas saturadas, de proteínas y de colesterol, frente a la escasez de verduras y de hortalizas. Generalmente, los hidratos de carbono que se consumen son refinados, como el pan o la pasta (a excepción de las legumbres en algunas sopas) y los dulces que, además de estar repletos de grasas saturadas, están sobrecargados de azúcares refinados.Con estas comidas tan copiosas, no es de extrañar que uno termine con indigestión, teniendo sensación de pesadez, dolor estomacal, ardores, acidez e incluso náuseas.

¿Es posible elaborar un menú navideño nutritivo, saludable y delicioso?

Nos gustaría proponer algunos menús diferentes a los tradicionales, dando más protagonismo a las legumbres, verduras, hortalizas, frutas y semillas, así como a los cereales integrales y frutos secos, en vez de a los cereales refinados y a los alimentos ricos en grasas saturadas y colesterol. De esta forma, aprovechamos la gran variedad de alimentos que tenemos a nuestra disposición sin centrarnos únicamente en los de origen animal.Aquí tenéis algunos ejemplos de platos sanos y sabrosos para los días de Navidad:

  • Entrantes: ensalada fresca, canónigos, rúcula, brotes de espinaca, tomate seco, aguacate, granada y semillas de calabaza; o patés vegetales como hummus, tahini y zanahoria, champiñones y puerro, olivas negras, lentejas con aguacate, paté de berenjena, etc.
  • Primer plato: sopa de galets con caldo vegetal, vichyssoise vegana, crema de calabaza y chirivía, etc.
  • Plato principal: redondo de seitán, calabaza potimarrón rellena de lentejas y arroz, pastel de polenta relleno de pesto rojo con tofu, etc.
  • Postres y dulces navideños: fondue de chocolate negro con brochetas de frutas, tarta de zanahoria (con azúcar integral), polvorones de aceite de oliva (sin manteca), etc.

Es decir, si en vez de optar por un menú tradicional elegimos uno más saludable, con el dinero que nos ahorramos, podremos comprar todos los ingredientes de agricultura ecológica y de proximidad (y seguro que sobra algo para hacer algún regalillo extra).Además, después de una cena saludable, no tendremos la necesidad de ponernos a dieta para intentar perder el peso que hemos ganado en tan poco tiempo…

¡Felices fiestas y equilibrad vuestra Navidad con alimentos saludables!

BioEco Actual, sección Qué comerDiciembre 2014

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